viernes, 13 de febrero de 2009

So here I go...



Tenía que aparecer en una de esas circunstancias en las que sólo piensas:"Acá no hay nada nuevo que pueda suceder...y sin embargo no,allí estaba, haciendo un surco en el tiempo, mientras acomodaba sus jeans, bajo la enorme sombra que se desprendía de la puerta,"ése detrás de..." (que nunca más compartimos)
No recuerdo con exactitud quién habló primero.Debí ser yo.
Pude deducir casi inmediatamente que aquello pasaría y tan rápido como un examen, en donde se sabe con antelación que no podrás contestar respuesta alguna.

Luego no nos vimos más,fueron semanas y cuando finalmente ocurrió, no recordé su nombre. No obstante nos reconocimos, me acerqué a hablarle y convenimos en patear latas inexistentes con nuestros desvencijados y estoicos zapatos.

Las prohibiciones son absurdas en casi todos los casos, esa es una verdad inamovible y tácita , con algunas breves salvedades, claro está.
El punto es que algo vibraba debajo de las bastas deshilachadas de sus jeans, las remangó y acto seguido sustrajo un aparatito que había camuflado muy ingeniosamente dentro de sus gastadas all stars y que manipuló con una suerte de prestidigitador que me dejó fascinada, pero que destruyó a un tiempo ,toda posible espectativa , al interrumpir nuestro recorrido y decirle a la del hilo invisible : "hola amor, ya voy en camino, ponte linda, te recojo en un par de horas" (o algo similar)
Con todo y lo anterior seguimos caminando bajo la tristeza gris de los árboles y la vía ciclista a nuestro lado izquierdo ,fútil por donde se le viera en esa época del año, donde a penas se insinuaba algún aventurero de traje ajustado , pedaleando modorramente, mientras sorteaba las amarillas rayas del pavimento.

Cielo sin sol...el día era perfecto para mí , para los cigarrillos, para el humo que se extinguió "en el pasadizo nebuloso"
Perfecto era demasiado para alguien que cree que esa palabra es imposible para esta realidad, pero no había nada en mi que no resultara perfecto en ese entonces,en donde el amor y la posibilidad de "Nadie" complementeba muy bien esa acepción.

La verdad, esta historia no es más que un despliegue de sucesos que no omito por representar una "primera vez en..."
Algo que olvidé archivar en mi diario, por flojera o desidia (a estas alturas me es imposible distinguir la una de la otra)

Qué le entusiasmo de mi , luego de un par de veces de encontrarnos y de haber cruzado menos de 500 palabras? aún me lo pregunto...como también qué fue lo que me impulsó desde un comienzo , coquetearle

a una mujer.

6 comentarios:

Edson "Lobo" Meléndez dijo...

Interesante relato, propicio para estas fechas marcadas por el halo sentimentaloide de los recuerdos y evocaciones.
Un final inesperado, pero que no anula la pureza universal que implica per se la emocion y el sentimiento. Esos no entienden de generos.
Valio la pena desvelarme para leerlo.
Atte.
Beto Malatesta.
Pd: Sin tildes, pero con mucho sueño...

hirondelle dijo...

La vida está llena de "primeras veces en..." que van marcando nuestro discurrir vital.
Me encantó tu relato, sobretodo el final!
Abrazos

Jimmy dijo...

Lo sospechaba (alguna vez tenía que hacerlo)

Raro a veces ¿no? o es que sólo me parece a mí?

Anónimo dijo...

Te das cuenta que cuando dejas de lado las palabras difíciles y no te obsesionas por parecer complicada o erudita tus narraciones discurren de manera natural? Saludos.

Maria Coca dijo...

Un relato con mucha tensión y suspense. Me gustó. Lo veo muy romántico.

Besosss

MRB dijo...

Son cosas que pasan, así nada más, mejor ni intentar explicarlo con la razón.
Shanty